Jaime y Lucio decidieron pasar las vacaciones juntos con solo trece años, hablaron con sus padres y decidieron que podrían ir de su tía abuela "Romualda", que vivía en una vieja casona en las afueras de Tandil. De paso le harían compañía ya que vivía sola y casi llegaba a los 80 años. Muy contentos, prepararon todo para partir en el primer micro del día siguiente.
Casi no podían dormir de la emoción y cuando se quisieron acordar ya estaban en viaje a sus primeras vacaciones. Llegaron después del medio día a la terminal, donde allí tomaron un remise que los llevo a la casa de la tía Romualda.
Al decirle al señor del remis donde iban, los miro asombrado y les dijo- Van a quedarse allí? Los niños le contaron que si que iban a quedarse allí unos días con su tía y que estaban de vacaciones. A lo que el señor dijo NO PUEDE SER!!!
Pero Jaime y Lucio estaban tan emocionados que no lo escucharon. Al salir de la ciudad el auto entro en un camino oscuro y con muchas curvas. Ya cansados parecía que no llegaban más, y al fin se vio al final del camino la casona de la tía Romualda.
Al llegar el señor del remis bajo las valijas muy rápido y si no lo llamaba Jaime, casi se va sin cobrar. Lucio le comentó lo raro que estaba el señor del remis a Jaime. Pero no le dieron mayor importancia .
Jaime subió la escalera de entrada y golpeó una puerta enorme, luego de un rato se entre abrió la puerta y salió una viejita que les dijo - ¿Quiénes son ustedes ?.-Soy Jaime tu sobrino nieto de Buenos Aires, y Lucio mi amigo , venimos de vacaciones y a hacerte companía, la viejita dijo -Yo no necesito la compañía de nadie, me gusta vivir sola y ya nadie me visita, pero bueno, ya que están aquí,pasen,pasen. Y los niños se sorprendieron de ver que la casa era muy oscura, fría y silenciosa, con una vos diferente a la que su tía los había recibido, Romualda les advirtió que después de las 12:00 de la noche no podrían salir del cuarto hasta el amanecer. Y que no contaran con ella para que los sirviera por que descansaba mucho de día y no quería que la molesten.
Los niños se miraron asombrados y aceptaron la condición de la anciana. Los ubicó en un cuarto y desapareció por completo.
Jaime y Lucio se recostaron y muy cansados por el viaje se quedaron dormidos y se despertaron de repente sin noción de la hora, siendo ya casi las 23:55, tenían hambre, por lo que decidieron ir a la cocina por algo para comer, sin acordarse de que no podrían salir del cuarto ,buscaron en la heladera y encontraron, frutas, leche y sándwich; se sentaron a comer cuando de repente, se escucha el llanto de muchos bebes. Al asomarse al pasillo vieron a la anciana que bebía las lágrimas de los pequeños.
Lucio y Jaime se asustaron mucho, pero decidieron quedarse en silen
